Dice un proverbio indio “si dudas qué camino elegir, elige el camino del corazón pues quien hace lo que su corazón le dice, no se equivoca nunca”. Lo leí hace ya muchos años y aunque las palabras no sean las mismas exactamente, el sentido se me quedó grabado profundamente. Como aprendiz de médico estudié el corazón tan solo como una bomba. Ahora, estoy convencido que el corazón es mucho más que eso. Según iba trabajando con mis pacientes, descubría nuevos caminos para acompañarlos a dejar de sufrir. Muchos de ellos tenían que ver con el amor. La inmensa mayoría de las personas que sufren, lo hacen por carencias afectivas en su pasado. Eso es lo que me hizo investigar sobre las emociones y cómo poder ayudar a mis pacientes a resolver sus problemas emocionales.
De ahí surgió la Psicoterapia Humanista Integrativa, modalidad de psicoterapia en la que trabajamos desde el corazón. La base de la vida es el amor y las personas necesitan amor para enfrentarse a sus conflictos profundos. A través del amor y del contacto, podemos acompañarlos en el proceso de cambio.
Hay muchas personas que después de una vida insatisfactoria, dan un giro y cambian a una vida conectada con su corazón. Quien toma esa decisión, debe vencer muchos miedos profundos, multitud de diálogos internos que le amenazan con situaciones catastróficas. Debe vencer el miedo a perder lo que tiene, aunque eso no le ofrezca ninguna satisfacción. Miedo al vacío. Debe afrontar la pérdida de todo lo que le ata a ser quien cree que es y a no ser quien de verdad es desde el corazón.
Hay quien toma ese camino en solitario, lo que lo hace todavía más duro. Hay quien lo logra dentro de un proceso de psicoterapia profunda, ayudado por su psicoterapeuta, que le protege y le acompaña en esa transformación interior, facilitándole el viaje. Durante este proceso habrá que tomar muchas decisiones, soltar relaciones nocivas, resolver emociones arcaicas no expresadas. Será mejor con ayuda profesional.
¿Debemos hacer caso a nuestro corazón? La respuesta es sí. Sin duda alguna. Desde ahí deberíamos tomar nuestras decisiones más importantes. Eso no quiere decir que no usemos nuestra cabeza ni que dejemos de pensar, sino que confiemos en nuestro ser superior o como queramos llamar a lo que aquí estamos llamando corazón. El corazón nos conecta con nuestro yo esencial, con nuestras emociones, nos conecta con los demás, con la Naturaleza, nos vincula con la vida.
Sin amor, la vida no tiene sentido. Nada es tan importante y necesario. Es el pegamento que nos une con todo lo que llena nuestro entorno. Las palabras fundamentales en una vida rica y plena, son todas de la órbita del amor. Confianza, respeto, responsabilidad, honestidad, agradecimiento, alegría, felicidad, paz …
Cuando emprendemos el camino de nuestro corazón, todo empieza a encajar. Él se convierte en nuestro guía interno. Nos lleva desde nuestra esencia, dejando de lado lo que es superficial y vano. Para cambiar a esta otra forma de vivir, hay que ser valiente, dar los pasos adecuados y … sobre todo confiar en lo que dice tu corazón.
No puedo estar más de acuerdo! Viva el amor!!!
Hola José, gracias por sus palabras. Me encuentro en una situación que no le deseo a nadie. Conocí una chica por internet y pegamos muy buena onda, lo mejor fué haberla visto y pasado tiempo con ella, porque resultó que vive a 7 horas de donde yo vivo. Sin embargo, eramos concientes de tal situación y dejamos que el tiempo pasara. Me enamoré y se lo hice saber, ella también, pero es radical, poco expresiva y ambos no aceptamos una relación a distancia. Además tiene miedo, esta dolida por relaciones anteriores que aún no supera. Estoy dispuesto a todo, aunque ella quiera ser mi amiga. Me mudaría a Esquel si ella lo aprobara. Mi corazón dice que debo ir a su encuentro, dar el salto de fé. No tengo miedo y tampoco nada que perder!
Siempre he creído en hacer caso de lo que diste nuestro corazón. Aveces los resultados inmediatos podrían no ser los buscados pero a la larga, saber que actuaste respetándoos a tu corazón te hará sentir completo.
El amor, palabra difícil de definir y bueno de sentir, es para mi aquello que me produce alegría y satisfacción. La pena es cuando negamos su sentir y nos dejamos llevar por el miedo. Atados a él creemos que es asi la única realidad, pero no. El amor puede hacernos cambiar hacia algo mejor. No conozco sentimiento más profundo y hermoso. Es el que une verdaderamiente con el otro/a, haciendonos vibrar. Es verdad que las carencias del pasado nos hacen no vivir un presente más autentico, pero támbien podemos carecer de carencias en el presente arrastradas por un pasado. Curar esas heridas es fundamental para dejar volver a brillar a nuestro corazón y poder seguirle.
Muchas gracias Susana por tu maravillosa descripción del amor.
Esta genial el aporte. Saludos.
Muchas gracias Mía